Monday, March 7, 2016

CUANDO DIOS NO RESPONDE

Texto: Job 30:20

En el capítulo 29 Job recuerda su vida anterior de bendición. Pero en el capítulo 30 se queja de la vida atormentada, afligida y desdichada (vv. 11, 15-17, 19, 22-23). No sólo esto, sino que en el versículo 20 exclama: “clamo a ti y no me oyes”. Job describe además de sus pruebas, la aflicción de clamar a Dios y no tener respuesta.
    La vida cristiana tiene muchas aflicciones, porque el diablo no deja en paz a los que han decidido seguir a Cristo. El diablo, el mundo y aun su propia carne están en contra suya. El que quiere vivir piadosamente en Cristo Jesús, padecerá persecución, dice 2 Timoteo 3:12.
    Job había conocido mucha bendición (cap. 29), pero de noche a mañana perdió todo, y lo que más le sorprendió y le dejó perplejo y desanimado era que Dios no respondía – aparentemente no le escuchaba. A veces nos pasa algo parecido, aunque no sufrimos en la misma medida que Job. Pero a veces en nuestras pruebas y dificultades nos parece que Dios está lejos y difícil de contactar.
    En estos momentos, tengamos cuidado de no quejarnos ante el mundo – no demos lugar a que digan los incrédulos: “¿Dónde está tu Dios?” Ellos siempre están con el “¡ay!” y las quejas, y quieren vernos iguales. Cuando Job dijo: “Clamo a ti y no me oyes”, es el lenguaje de apariencia, es decir, que le parecía que Dios no le oía. Y nos puede parecer igual, pero consideremos y recordemos los siguientes textos:
    Salmo 139:7 dice: “¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia?” Dios no se aleja. Siempre está cerca y nada se escapa de Su vista y conocimiento. Además, en Mateo 28:20 el Señor prometió estar con nosotros todos los días. Él está cerca y escucha, y lo sabemos no porque lo sentimos, sino porque Él lo promete en Su Palabra.
    Hebreos 13:5 promete: “No te desampararé ni te dejaré”, y el siguiente versículo dice: “el Señor es mi ayudador...”.  No hermano, el Señor no está alejado, ni ha perdido interés. Pero si no vivimos en comunión con Él, podemos detener Su mano de ayuda. Si anteponemos las cosas contrarias a Su voluntad y le desagradamos, perdemos no Su presencia sino Su bendición. Si no nos amparamos en Dios sino en el mundo, en la compañía de los que no confían en Él, en la comodidad, entonces aunque Él nos ve y oye, no nos bendice. El problema no es que Él nos deje, sino en que nosotros le dejamos a Él. Dios nos tiene en cuenta, pero ¿nosotros le tenemos siempre en cuenta?
    Jeremías 42:1-7 relata como algunos judíos consultaron, supuestamente buscando la voluntad de Dios. Luego tuvieron que esperar diez días para la respuesta de Dios. Así Él ponía a prueba sus corazones y les daba tiempo para reflexionar. A veces Dios en el silencio y las esperas nos pone a prueba. Cuando Él se calla no quiere decir esto que nada está pasando. Cae una semilla en tierra y aparentemente no hace nada, pero con el paso del tiempo se ve el resultado. Recordemos esto y no nos cansemos de esperar en el Señor. Él sabe cuándo y cómo responder.
    Hermano, hermana, el Señor no está lejos. Te escucha siempre. Está en Su trono, gobernando soberanamente. Está trabajando en nuestro corazón y formándolo como Él quiere. Tengamos paciencia y confianza siempre en Él.
    Algunos piden salud, y luego van a la playa o a bailar, o se colocan en trabajos que demandan todo,  trabajan tanto que no tienen tiempo para las cosas del Señor. Dios sabe lo que vamos a hacer. Él prueba con tiempos de espera para que reflexionemos y cambiemos de actitud. Su deseo es que aceptemos Su voluntad como buena, agradable y perfecta (Ro. 12:2) y que no insistamos en salirnos con la nuestra. La oración no es para esto.
    El Salmo 66:16-20 da testimonio de uno que vio que Dios le escuchó. El versículo 19 dice: “ciertamente me escuchó”. El versículo 20 dice: “Bendito sea Dios que no echó de sí mi oración”. Un día diremos lo mismo, porque Dios siempre nos escucha, y nos contesta de la manera mejor y más sabia. Nunca perdamos la confianza en Él.

de un estudio de Lucas Batalla dado el 13 de septiembre, 2012

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