Texto: Génesis 13:1-18
En el versículo 1 encontramos a Abraham (Abram) saliendo de Egipto con su mujer Sara, “con todo lo que tenía, y con él Lot”. Abraham se había equivocado yendo a Egipto en tiempos de dificultad, y allí había manchado su testimonio con el engaño respecto a su esposa Sara, porque tenía temor del hombre. Proverbios 29:25 dice que el temor delhombre pone lazo. Pero antes de criticar demasiado a Abraham debemos recordar que nosotros también hemos cometido fallos así. Nadie tiene una fe perfecta, y todos tenemos que aprender. Sería mejor que aprendiéramos de los errores de otros, pero parece que preferimos equivocarnos nosotros mismos. Cuando uno se da cuenta de que se ha equivocado y no estádonde Dios quiere que esté, debe corregirlo, y esto hizo Abraham. “Subió de Egipto”. Si has descendido espiritualmente a un lugar o en una situación donde no estás en la voluntad de Dios, confiesa tu error y sube de allí.
Ahora bien, este versículo enseña otro problema que Abraham arrastraba desde hacía tiempo, al decir: “y con él Lot”. Lot era el remolque. Fue a Egipto porque Abraham fue allí. Subió de Egipto porque Abraham subió. Estaba contento de seguir a Abraham, probablemente en parte porque le admiraba, y también, comoveremos, porque al enriquecerse Abraham Lot también se enriquecía. Pero su sobrino Lot no tenía que estarcon él, porque Dios había dicho a Abraham en Génesis 12:1 que tenía que salir de su tierra, su parentela y la casa de su padre. Se marchó de su tierra, pero llevaba a su padre y Lot, parte de su parentela, consigo. Sólo llegaron hasta Harán, y allí murió el padre de Abraham. Luego se marchó de allí todavía acompañado de Lot. Esta falta de atención a las instrucciones divinas le iba a traer a la larga más de un problema. Siempre es mejor hacer exactamente lo que el Señor nos dice.
El versículo 2 dice que Abraham era riquísimo en ganado, plata y oro. Tenía muchas posesiones, y parte de ellas venía de los egipcios, según el 12:16, porque Faraón le favoreció a causa de Sara su mujer. Más adelante estas riquezas iban a contribuir a sus problemas.
Los versículos 3 y 4 dicen: “volvió por sus jornadas...hacia Bet-el, hasta el lugar donde había estado antes su tienda entre Bet-el y Hai, al lugar del altar que había hecho allí antes; e invocó allí Abram elnombre de Jehová”. Volvió, porque se había ido a un lugar donde no hay comunión ni vida espiritual, comohoy en día hacen muchos. Y como muchos, se enriqueció en el mundo, pero se empobreció espiritualmente. Fijémonos hermanos, que no hubo altar en Egipto. Para ir al lugar del altar donde invocaba el nombre de Jehová, tenía que subir, tenía que volver. Algunos, cuando se equivocan, cuando se apartan del Señor y semeten en el mundo, no quieren reconocerlo ni corregirlo. Quieren seguir donde están, como están, y que el Señor les bendiga allí. Pero esto no es así. Abraham tenía que salir de Egipto si quería acercarse al Señor, invocarle y adorarle como antes, y caminar con Él. Volver es la forma de reanudar la comunión con el Señor.No es bueno para nuestra carne, nuestro orgullo, pero lo es para nuestra vida espiritual. Nuestra vida espirituales lo más importante que hay.
El versículo 5 comienza con las palabras: “También Lot, que andaba con Abram”, y comenta acercade las riquezas de Lot. Ahora Abraham estaba fuera de Egipto, pero todavía tenía a Lot. Como vimos en Génesis 12:1, Dios le había dicho claramente dejar a su parentela, pero todavía llevaba a Lot consigo, y fue problema porque Lot no era como Abraham. Lot representa al cristiano que no está comprometido o consagrado del todo. Podríamos llamarle un “creyente de remolque”, que estaba cerca de un gran hombre de Dios, y le seguía, pero sin la misma consagración y sin la misma espiritualidad. Lot creía en Dios, lo sabemosde 2 Pedro 2:7, pero no tenía una vida como la de Abraham, ni tenía que estar con Abraham. Dios había llamado a Abraham a salir, no a Lot. Dios había prometido la tierra a Abraham y sus descendientes, no a Lot. Lot estaba fuera de su sitio, y un creyente que no está donde debe estar no hace nada más que causar problemas a los demás. Por ejemplo, Jonás en el barco ocasionó problemas para todos los marineros y pasajeros del barco. No sabemos por qué estaba Lot con Abraham, pero es posible que fuera porque había preguntado si podía ir, y a Abraham le dio pena decirle que no. Pero siempre es mejor seguir las instrucciones de Dios.
En los versículos 5 y 6 vemos que eran tantas las posesiones de los dos que no podían morar en el mismo lugar. Dios sabía esto cuando llamó a Abraham a salir de su parentela. Las posesiones, las riquezas que vienen del mundo, causan problemas. Y esto parece ser lo principal de Lot. Tenía riquezas, pero poco más. Que sepamos, Lot nunca hizo nada para su tío Abraham. Más importante es el detalle de que Lot nunca construyó un altar. No podemos vivir como Dios quiere sin esto. El altar significa el lugar de sacrificio y comunión, el lugar de revelación de la voluntad de Dios y el lugar de bendición. La vida consagrada no sepuede vivir sin altar, sin adoración y comunión con Dios. Abraham tenía un altar físico, de piedras, que había edificado. Nosotros hoy en día no tenemos altares físicos. No hay altar en la sala de reuniones de la iglesia. Pero sí, debe haber la costumbre de reunirse con el Señor, adorar, alabar, interceder y pedir que Él nos guíe. Los del mundo cuando quieren practicar religión, necesitan velas, incienso, santos, sacerdotes, liturgia, etc. porque no conocen a Dios ni le adoran. Pero el Señor Jesucristo nos enseñó que “Dios es Espíritu, y los quele adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren” (Jn. 4:23).
Lot era buena persona, humanamente hablando, pero iba de remolque, tras Abraham, y su propia vida espiritual carecía de consagración, celo y devoción. No procuraba él mismo caminar con Dios, sino que caminaba con Abraham (v. 5). Hay creyentes hoy en día que son como Lot. Creen en el Señor, pero no le siguen de cerca. Faltan la consagración, el celo y la devoción en su vida. Falta la convicción de que están donde el Señor quiere y que están sirviendo al Señor. Su vida es nada más que estar cerca de otras personasconsagradas. En la familia de padres creyentes a veces los hijos son así: creen en el Señor pero no tienen la consagración de Sus padres. Como Lot, se sienten atraídos por el mundo, y carecen de dirección en su vida espiritual. Lo mismo pasa en las iglesias, donde muchos observan e incluso admiran el celo y la devoción de algunos hermanos, pero viven toda su vida sin esta consagración. Pablo varias veces llamó a los creyentes a imitar su ejemplo,porque no es suficiente el estar cerca de un creyente consagrado. Cada uno de nosotros debe consagrarse de todo corazón al Señor, como dice el himno: “Todo a Cristo, yo me rindo, lo que tengo, lo que soy”.
En los versículos 6 y 7 vemos surgir el conflicto entre Abraham y Lot, aunque más precisamente seríaentre los de su casa, no entre ellos mismos. Entre los fieles y los no fieles hay problemas, hay conflicto y siempre es así, en el matrimonio, entre amigos y también desgraciadamente en la iglesia. Detrás de esta verdad hay una razón, un principio inalterable. La carne y el espíritu no puede vivir juntos. “La tierra no era suficiente para que habitasen juntos”. Pero el problema no estaban en la tierra. Tenían delante suyo toda latierra prometida; ¿acaso no había espacio suficiente? No era el terreno en sí, sino la carne y el espíritu. Lot quería estar cerca de Abraham, y no podían vivir en la misma tierra sin conflictos. Además, “el cananeo y el ferezeo habitaban entonces en la tierra”, y los paganos observaban cómo se comportaban Abraham y Lot. Hoy en día muchos cristianos no consagrados han causado testimonio malísimo delante del mundo con sus críticas, sus contiendas y sus peleas. Algunos han ido a la ley contra otros, peleándose por locales y bienes económicos, y tienen un testimonio fatal delante del mundo. En lugar de decir: “mira cómo se aman” dicen: “¡Mira cómo se pelean!” Por esto repito que no era sólo lo material, porque lo material con amor se soluciona,sino que era lo espiritual. Pablo identifica la procedencia de las contiendas en su primera epístola a loscorintios, y también cuando escribe a los gálatas: es la carne. Volviendo a Génesis, más adelante en la historiade Abraham surgieron conflictos entre Sara y Agar, y entre Isaac e Ismael. Santiago pregunta: “¿De dóndevienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestrosmiembros?” (Stg. 4:1). Aun la tierra prometida no puede contener a dos en yugo desigual.
En el versículo 8 Abraham manifiesta su nobleza, gentileza y generosidad. La chispa no saltó de él, porque era el espiritual. El espiritual ve a Dios y se humilla. Abraham buscaba la paz, como el Señor también nos manda a nosotros hacer.“Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres” (Ro. 12:18). “Seguid la paz con todos” (He. 12:14). Así que, el humilde y el generoso era Abraham,que inició la búsqueda de la paz, diciendo: “No haya ahora altercado entre nosotros dos...porque somos hermanos”. No lo dijo Lot, sino Abraham. Lot no tuvo esta nobleza de carácter como Abraham. Aunque era el más joven y debía haber actuado con deferencia, fue Abraham quien tomó la iniciativa. No esperemos queel otro busque la paz, hermanos, sino que seamos nobles y pacificadores como Abraham.
En el versículo 9 Abraham ofrece a Lot su elección. Cede a él primero. Cuando andan de forma distinta y no hay acuerdo ni propósito común, es mejor separarse. Abraham cumple ahora, por fin, lo que Dios le había dicho mucho antes. “Te ruego que te apartes de mí”. Andaba mejor sin Lot. A veces tenemos que echar denuestra vida cosas aunque duele. Ciertamente tenemos que echar así a la carne, y digámoslo también al mundo.
El versículo 10 nos muestra la respuesta de Lot. Como el más joven él debía haber dicho algo como: “No, tío Abraham, no debo escoger. Escoge tú primero”. Pero Lot no era como Abraham. “Alzó Lot sus ojos,y vio”, dice el texto. Lot andaba por la vista, no por fe. Así que, el en versículo 11, “Lot escogió para sí”, como egoísta. Que sepamos, ni siquiera le dio las gracias. No le importó mucho la comunión de un hombre santo, como muchos en el mundo y en las iglesias. Su mente no estaba en lo espiritual, sino en el mundo. Así que el texto dice: “y se fue Lot hacia el oriente,y se apartaron el uno del otro”. La separación que tuvo que hacerse años atrás cuando Abraham salió de Ur, llegó con atraso. El profeta Amos hace la pregunta: “¿Andarán dos juntos si no estuvieren de acuerdo?”(Am. 3:3).
En los versículos 12 y 13 vemos el contraste entre los movimientos de Abraham y los de Lot. “Abram acampó en la tierra de Canaán, en tanto que Lot habitó en las ciudades de la llanura, y fue poniendo sustiendas hasta Sodoma”. Lot se iba acercando a los que aborrecían a Dios. El versículo 13 describe la maldad de Sodoma, pero aun sabiendo esto, Lot prosiguió su camino, hasta que al final acabó dentro de Sodoma. Lot poseyó temporalmente a Sodoma, y fue arruinado cuando llegó el juicio de aquella ciudad, pero Abraham tiene la tierra para siempre. Lot fue como quien vive en una casa condenada que pronto va a ser derrumbada. Nosotros también enfrentamos el peligro de sentirnos atraídos por el mundo, pero debemos recordar que el mundo y las obras que están en el serán quemadas. Dios nos llama a poner la mira en las cosas de arriba, como Pablo enseña en Colosenses 3:1-4.
Los versículos 14-18 nos enseñan cómo Dios bendijo a Abraham posteriormente a su separación de Lot. Abraham anduvo con Dios y cuando Lot se fue, Dios le bendijo. Lot había mirado por su cuenta, pero Dios dice a Abraham dónde mirar: “Alza ahora tus ojos, y mira desde el lugar donde estás hacia el norte yel sur, y al oriente y al occidente. Porque toda la tierra que ves, la daré a ti y a tu descendencia para siempre” (vv. 14-15). Uno anduvo por fe y el otro por vista. Lot se iba acercando a Sodoma, y Abraham seiba alejando de allí. En el versículo 16 le promete una descendencia incontable. En el versículo 17 le llamaa levantarse y andar “por la tierra, a lo largo de ella y a su ancho”. Y Abraham obedece en el versículo 18, y al final de sus movidas puso su tienda en Mamre, al lado de Hebrón, “y edificó allí altar a Jehová”. Allí Abraham presentaba sus sacrificios, adoraba, invocaba al Señor, y le daba gracias por todos Sus cuidados. Donde moraba Abraham había altar, pero donde moraba Lot no había ninguna. Abraham ilustra una verdad que alguien ha dicho, que Dios siempre da lo mejor a los que dejan a Él la elección. Las decisiones quetomamos en esta vida no sólo determinan el curso de nuestra vida, sino que también demuestran de qué carácter somos.
Así que, hermanos queridos, busquemos primeramente el reino de Dios y Su justicia. Es donde está la bendición de Dios. Seamos hombres y mujeres maduros, espirituales, no livianos ni carnales. Haya siemprealtar en nuestra vida. Como Abraham reconoció a Dios en todo, así hemos de hacer nosotros. Que el Señornos ayude a considerar muy bien las decisiones que tomamos y las elecciones que hacemos, porque escogerbien trae bendición, y escoger mal ocasiona pérdida. ¡Que Dios nos ayude por Su gracia a escoger bien!
de un estudio dado por L.B., en Sevilla, el 15 de octubre, 2006
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