Friday, July 10, 2015

LA GRAN RAMERA


Texto: Apocalipsis 17

Es un capítulo muy importante que habría que estudiar mucho. El hermano Dave Hunt escribió un buen libro sobre el tema: Una Mujer Cabalga La Bestia (Portavoz) que explica mucho de lo que hay aquí. El apóstol habla de una religión, un sistema apóstata que prevalecerá en el mundo al final de los tiempos. ¿Quién será? Con la ayuda del Señor vamos a considerar esto.
    Vi un informe sobre la procesión de Corpus Christi en Málaga, y salieron a la calle como parte de la misma incluso dragones y otras cosas. Sabemos que el dragón es símbolo de Satanás (Ap. 12). El catolicismo romano se adapta e incluye cosas así – como ha hecho desde hace siglos, incluyendo partes de diferentes religiones paganas. Alguien dijo que es por eso que se llama “gran ramera”, porque una ramera se va con cualquiera.
    Fue instituida oficialmente como fiesta litúrgica el 8 de septiembre de 1264 por el papa Urbano IV, mediante la bula Transiturus hoc mundo, colaborando San Tomás Aquino con la preparación de textos para el Oficio y la misa. Esto fue para manifestar la fe católica y animar a la gente a convertirse a ella o a ser fiel a la iglesia. Fue un modo de testificar públicamente. En el Concilio de Vienne de 1311, el papa Clemente V dio las normas para regular el cortejo procesional y otros detalles del desfile. En esos tiempos, de ahí en adelante, iba creciendo la lucha entre los fuera de la iglesia y la iglesia misma. Personas de grupos como los valdenses y los hugonotes fueron muertas – por ejemplo en 1572 la infame noche de San Bartolomé cuando hubo gran matanza de “protestantes” en Francia. La procesión del Corpus era fielmente guardada por la iglesia para manifestar la fe católica ante todos.
    En aquellos años la iglesia verdadera tenía una postura clara y bien demarcada. Pero hoy en día la iglesia evangélica está dormida y confusa. No tiene clara la doctrina, ni en el evangelio ni en la práctica. No tiene el mismo sentir con los apóstoles y los cristianos fieles de los primeros siglos. 
Samuel Perez-Millos en un servicio ecuménico en Vigo
 como un reconocido maestro y autor como d. Samuel Pérez Millos fue y participó en una ceremonia religiosa-ecuménica en la catedral en Vigo: estuvo sentado allá en la plataforma con sacerdotes católico romanos y ortodoxos. 

(www.pastoralsantiago.org/2012/01/que-todos-podamos-decir-para-mi-el.html). 

      Le llaman el pastor de la Iglesia Evangélica Unida de Vigo, y él dio un mensaje que seguro que no ofendió a nadie. ¿Qué es eso y dónde está en la Biblia? No, hermanos, antiguamente no se hubiera hecho esto. Parece que quieren quedar bien con todos, pero los cristianos en otros siglos estaban dispuestos a morir por ser fieles al Señor, y no se mezclaban, repito, no se mezclaban con los de otras religiones. Durante siglos creyentes pequeños y grandes reconocieron a la iglesia de Roma como la gran ramera, pero ahora hombres como d. Luis Carballosa en su libro sobre Apocalipsis dicen que ella no es.
    Está claro que el catolicismo romano quiere juntar a todas las iglesias bajo su cúpola. Pero es un sistema lleno de errores y falsas doctrinas, y que no predica el verdadero evangelio, por lo cual está bajo anatema (Gá. 1:8-9). El Papa no es infalible – si lo fuera – ¿por qué han cambiado cosas que antes hacían y decían de otra manera. Antes sólo un sacerdote podía tocar la hostia, pero ahora la dan a otros cualesquiera. La mitra que usa viene de lo que usaban los emperadores romanos. No es nada dada por Dios. Él se proclama como Santo Padre, pero ese título sólo pertenece a Dios, y además el Señor Jesucristo dijo claramente que no llamáramos “padre” a ninguno. Hasta los reyes se arrodillan ante el Papa como inferiores a él, y Apocalipsis 17:18 dice que la mujer (el sistema) reina sobre los reyes de la tierra.
    El Papa tiene criterios no bíblicos. Excomulga a los mafiosos, bien, pero dice que es porque ellos no están con Dios. Bueno, si comienza a excomulgar a los que no están con Dios, tendrá que empezar consigo mismo y ¡de ahí para abajo! ¿Por qué no excomulga a los reyes y políticos pecadores? Ese mismo Papa acepta a los homosexuales. Allí tiene en su iglesia a divorciados, gente viviendo en fornicación y adulterio, y los que practican astrología y encantación. Una catequista en un lugar dijo que no creía en la existencia del diablo ni se fiaba de la Biblia. ¡Pero enseñaba a otros y estaba en comunión! Cuanto más tiempo pasa, más aceptado es todo lo que Dios aborrece y prohibe, y hoy el lema es: “no se puede juzgar”. No son criterios bíblicos.
    ¿Dónde nació la verdadera iglesia? No en Roma, sino en Jerusalén. Hechos 2:14 nombre la ciudad de Jerusalén. El versículo 22 habla de los israelitas, y el versículo 36 nombra la casa de Israel. No habla de Italia ni Roma sino de Israel y Jerusalén. En Marcos 1:4-5 los de Judea y Jerusalén escucharon a Juan el bautista y se bautizaron. En Mateo 5:35 leemos que Jerusalén es la ciudad del gran rey. No es Roma. Ezequiel 38:12 menciona que Israel es la parte central de la tierra, como el eje, que si lo quitas las ruedas no funcionan. Ezequiel 5:5 dice que Dios puso a Jerusalen, no Roma, en medio de las naciones.
    El problema es que en los postreros tiempos la cristiandad, incrédula, está tan alejada del patrón que en lugar de ser fiel seguidora del Señor, se ha convertido en una gran ramera, que como decíamos, se acuesta con cualquiera.
 
   Apocalipsis 17:4 da sus colores y adornos: los colores de Roma son púrpura y escarlata, y se ve también toda la riqueza que ella ostenta: oro, piedras preciosas y perlas. En su mano está el cáliz de oro lleno de abominaciones y de la inmundicia de sus fornicaciones. La fornicación aquí se refiere a la infidelidad espiritual, la idolatría, la inclusión de creencias y prácticas ajenas a la santa voluntad de Dios.  El versículo 2 dice que todas las naciones fornicaron con ella. El Vaticano influye en países y reinos en todo el mundo. El papa Gregorio VII en el año 1076, en la “Querella de las Investiduras”, excomulgó al emperador Enrique IV, y lo obligó a presentarse ante él. De castigo le hizo quedarse tres días en su puerta sin ser recibido. Al final vio al pontifice y tuvo que humillarse, agacharse y besarle el pie. Entonces lo absolvió y lo llamó siervo suyo.
    El Vaticano tiene su templo a base de lujo, sus embajadores, es reconocido en las Naciones Unidas, tiene poder jurídico, banca, correo prensa, emisoras de televisión y radio, etc. Contrasta la mansión donde vive el Papa con donde moraba el Señor Jesús. En el versículo 5 tenemos su título, un misterio: “BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA”. Es Dios quien le da ese título, y no somos quienes para suavizarlo.
    Babilonia es una realidad que tenemos que entender. Por eso hay dos capítulos en Apocalipsis dedicados a este tema (cc.17-18). ¿Dónde está? No en el centro de la tierra, sino otro área. El versículo 9 dice: “Esto, para la mente que tenga sabiduría: Las siete cabezas son siete montes, sobre los cuales se sienta la mujer”. La ciudad que tiene siete montes es Roma. Las siete colinas de Roma se sitúan en la parte este del Tiber y durante la historia fueron un lugar muy importante para la religión, la mitología y la política de los antiguos romanos. Durante los siglos y la consecuente expansión de Roma se habla de Vaticano y Gianicolo como colinas romanas, también las siete colinas, son famosas a través de la historiografía de Cicerone y de Plutarco. No cabe duda de que en Apocalipsis 17:9 identifica la cuidad de la gran ramera como Roma. El versículo 18 confirma: “Y la mujer que has visto es la gran ciudad que reina sobre los reyes de la tierra”. Tengamos claro, hermanos, que no podemos consentir de ninguna manera ni participar en nada de un sistema tan abominable a Dios.


de un estudio dado por Lucas Batalla el 22 de junio, 2014

EL PELIGRO DEL DESÁNIMO


Texto: Números 21:4-9

Cuando Israel iba por el desierto, cerca del final del viaje, hubo un rechazo en la frontera de Edom y Dios cambió su rumbo, lo cual postergó su llegada a la tierra prometida. Además, en el camino hubo carencias y el pueblo sediento y cansado se desanimó. Empezó a sacar fallos y criticar lo que Dios había provisto –el maná– ese pan maravilloso, celestial, que contenía todas las proteinas y nutrientes necesarios para sostenerlos durante cuarenta años en el desierto. Se volvieron ingratos y quejosos. Cuando uno cede al desánimo, nada le parece bien. Hermanos, cuando viene así el desánimo, es como un ataque – y vienen el disgusto, la murmuración, la crítica y las quejas. Dios estaba dirigiendo la vida de Su pueblo, y les hizo ir por otro camino en lugar de entrar pasando por Edom, y se desanimaron porque no querían el camino que Dios escogió. Israel tenía un deseo, pero Dios tenía otro. Era una oportunidad para confiar y seguir adelante por la fe. Pero fracasaron, y eso es un ejemplo y advertencia a nosotros.
    Si Dios controla nuestra situación como hacía con Su pueblo Israel,  ciertamente es para bien aunque no entendamos todo ahora. Él no se equivoca. No es necesario entender, pero sí es necesario confiar. Respecto a Israel, Dios no quería que atacasen a Edom para pasar allá por la fuerza, pues Él había dado aquella tierra a los edomitas que eran parientes de Israel.
    Miremos otro caso del peligro del desánimo. En 1 Reyes 21:1-6 vemos cómo Acab se desanimó porque no pudo hacer lo que quería. A Nabot le propuso con educación la venta de su viña y le ofreció buena recompensa. Hasta allí, bien. Pero Nabot no quiso vender su herencia, pues la apreciaba y sabía que no debía venderla. Tuvo el valor de decirle no al rey, pero el rey, en lugar de aceptar esto, se puso de mal humor.
    Mirad bien, porque el desánimo en los casos así es pecado – causado por egoísmo y el deseo de salirse con la suya. El desánimo nos debilita, y en ella hacemos cosas malas – así le pasó a Acab – escuchó a su mujer Jezabel y el resultado fue mentira, engaño, injusticia y homicidio. Juzgaron injustamente a Nabot y lo mataron. Ahora bien, Acab no era creyente, pero a veces el desánimo afecta la vida del creyente, le abre a tentación y error, a hechos carnales que sólo traen el mal a su vida. Hay que tener mucho cuidado porque en ese momento el diablo nos enviará a alguien como Jezabel, nos provocará a actuar según nuestra carne: murmurar, criticar y pecar con la actitud, la boca y los hechos. En 1 Reyes 21:18-25 viene la denuncia divina y el castigo es anunciado. En en lugar de la sangre de Nabot iba a verterse la sangre de Acab. Dios dice claramente en el versículo 25 que su mujer le incitaba. ¡Vaya compañera de viaje! Los jóvenes harían bien en pensar en esto y recordarlo para que nunca entren en relación con una persona que incita a hacer lo que no agrada a Dios. En los tiempos difíciles, en las pruebas, necesitamos a alguien que nos anime a seguirle fielmente al Señor. Tendrá que ser verdaderamente espiritual, creyente, no sólo religioso. Jezabel era religiosa, inteligente y lanzada, pero no se sujetaba a Dios ni animó a Acab a hacerlo. Estaba acostumbrada a salirse con la suya de la forma que fuera, y Acab en su desánimo le hizo caso, lo cual fue un error fatal.
    Volviendo a Números, como venimos diciendo, Israel quería pasar por el camino de la tierra de Edom para llegar a la tierra prometida. Pero cuando Edóm le negó el paso, Dios envió a su pueblo por otro camino para que no peleasen con Edom. Pero Israel no quiso entender esto, ni aceptarlo, ni esperar más. Quisieron andar como ellos deseaban (Nm. 20:14-21), y se desanimaron. Y la historia se repite muchas veces con los mismos resultados.
    Hoy hay mucho de esto en los jóvenes que no quieren contar con el consejo, la instrucción y guía de sus padres. Es todavía peor cuando los padres son creyentes y los hijos profesan serlo, pero no quieren sujetarse. Las exhortaciones y enseñanzas halladas en el libro de Proverbios, por ejemplo, acerca de guardar la ley de su padre, etc., les sobran. Quieren salirse con la suya como los jóvenes del mundo, los paganos, los incrédulos que se guían por las películas, las novelas y la opinión de la sociedad, no por la Palabra de Dios. A esos jóvenes en familias cristianas les pesa, disgusta y desanima el tener que sujetarse y obedecer. Piensan que como ya son adultos no tienen que hacer esto. Y a los evangélicos no tan jóvenes también les pasa igual – porque se empeñan a ir donde quieren, hacer lo que quieren, cuándo y cómo quieren, sin contar con Dios. Si piden consejo o ponen un motivo de oración, piensan que se les tiene que conceder – la única respuesta que aceptarán es: “Oh, sí, por supuesto, haz como quieras y que Dios te bendiga”, pues de otra manera saldrán de la iglesia para vivir como quieren. Por ejemplo, un hombre quiso divorciar a su esposa y casarse con otra. Cuando los ancianos le dijeron que no, se desanimó y le cayó el semblante. El domingo siguiente se puso de pie en la asamblea y anunció: “Bueno, hasta aquí he llegado, pero me bajo del tren”, y abandonó a la iglesia para ir y hacer lo que le parecía.
    Pero los de Israel eran adultos también, y erraron gravemente. Israel se desanimó y pecó con la boca – todo por su carnalidad. No había que consolarlos en esa condición. Dios no les mandó psicólogos, consejeros ni consoladores, ¡sino serpientes! Dios hizo lo correcto: ¡les castigó y muchos perecieron! A veces los creyentes desanimados y desobedientes buscan consuelo y solaz, buscan la compasión, sin haber obedecido, ni se han arrepentido. No hay consuelo para los tales. No les hace falta psicología sino corrección hasta que se arrepientan y acepten el camino de Dios y la provisión de Dios.
    Dice el Señor que el corazón es engañoso sobre todas las cosas, y ellos se dejaron engañar por su corazón desanimado. A tantos años del viaje todavía no habían aprendido.  Años más tarde, el rey Acab se dejó llevar por su corazón engañoso y desanimado, y el de su mujer, pecó grandemente y le costó la vida. El corazón desanimado es un consejero malo que sufre por carnalidad. Lo que debe hacer es arrepentirse, humillarse, negarse y confiar en el Señor.
    No olvidemos que el diablo, nuestro adversario, anda alrededor buscando devorarnos, buscando incitarnos a la desobediencia y hacernos salir de la voluntad de Dios. Lo hace con astucia y usa circunstancias y personas que nos instigan a hacer mal. Pero hermanos, alcemos la mira al Señor, confiemos en Él siempre. Por largo y difícil que sea el camino que Él escoge para nosotros, es mejor que cualquier otro, y un día en el cielo esto estará claro. De momento, aprendamos de la historia y aceptemos por fe que la guía, el consejo y la voluntad de Dios es "buena, agradable y perfecta" (Ro. 12:2).
de un estudio dado por Lucas Batalla, el 27 de junio, 2013